![](https://static.wixstatic.com/media/d3f197_a016ee00289e432f8eb84df2e1ccbd6c~mv2_d_3264_2448_s_4_2.jpg/v1/fill/w_980,h_735,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_avif,quality_auto/d3f197_a016ee00289e432f8eb84df2e1ccbd6c~mv2_d_3264_2448_s_4_2.jpg)
Viajar en invierno a Chicago tiene sus pros y sus contras. Por un lado, te regala las postales más bonitas y por el otro –cuando la sensación térmica es de -31 C– te obliga a quedarte encerrado en algún café viendo la tarde pasar. Claro que no siempre es tan dramático el escenario, cuando hay nieve la temperatura suele subir (poquito) y te permite caminar un poco más. Mi experiencia fue la primera y mis vacaciones en Chicago se convirtieron miles de cafés y dos o tres vistas bonitas. MUY BONITAS. ;)
Unas por otras.
Para empezar –entre más frío allá y más temprano sea– más probabilidades de ver al frijol sin gente. ;)
Millennium Park se viste de blanco.
La vista desde el 360 es espectacular. Y si hace mucho frío, la fila para entrar es mucho más corta (cosas que siempre es bueno).
Comments