Arizona es un destino para los amantes de la naturaleza con un cariño especial para las montañas, un destino para aquellos que no tienen miedo a ir del desierto a la nieve en un sólo día.
Arizona tiene mucho que ofrecer, pero una de las cosas que más me sorprendo fue el lado Navajo. (Sorpresa: en Arizona hay mucho más además del Gran Cañón) El pueblo Navajo, conocido también como el Diné, vive principalmente en Arizona y Nuevo México, y su reserva es la más grande de Estados Unidos, ahí se encuentran todos esos lugares de ensueño como Antelope Canyon, The Wave y Horsehoe Bend. La mejor forma de visitar estos lugares es con guías navajo certificados, al ser lugares naturales y ser parte de su reserva, ellos las conoces de punta a punta y te llevarán a los mejores rincones de forma segura.
Los Navajo, siguen siendo una tribu nativa americana activa y mantienen muchas de sus tradiciones como (tun tun tun) sus tejidos. No solo son bonitos (son hermosos) sino que hacerlos es todo un arte. Se caracterizan por sus formas geométricas y a sus colores naturales. Los Navajo obtienen las tintas de distintas plantas y la técnica que utilizan (creada por ellos) se llama: tejido de tapiz.
Si buscan explorar Arizona al estilo Navajo, les recomiendo dormir en Cameron Trading Post, es un hotel, tienda y restaurante en la reserva y punto estratégico para explorar la zona (el hotel es el más cercano al Gran Cañón) de la mano de los mejores guías y comprar un ¿tapete Navajo? Advierto que son un “poquito” caros, yo me quede con las ganas pero con suerte podrán ver, en vivo y en directo, cómo se hacen.
Cómo llegué:
Volé de la Ciudad de México a Phoenix con Delta Airlines. Pueden rentar un coche en el Aeropuerto y dirigirse a Cameron para recorrer la reserva Navajo.